"La Improvisación Teatral tiene su más antiguo antecedente conocido en la Commedia dell'Arte italiana del siglo XVI, sin embargo, una vez pasado este género, es limitada a ser parte del proceso de montaje de un espectáculo para trabajar un personaje o una escena. Comienza a ser revalorizada y a utilizarse como técnica a partir de la investigación de los maestros Viola Spolin (Estados Unidos) y Keith Johnstone (Inglaterra) en los años ’40 y luego por Robert Gravel e Yvon Leduc en los ‘70. La improvisación teatral, entonces, comienza a ser tenida en cuenta nuevamente como arte en sí misma." L.P.I.
La habilidad de escuchar, prestar atención y memorizar datos para luego retomarlos; el no bloquear la propuesta de un compañero si no más bien aportar a ella; el aprovechar las situaciones externas; el no adelantarse y tener paciencia y por último pero no menos importante, el tener en cuenta los elementos necesarios para crear una historia y el orden en que deben ser propuestos, son sólo algunos de los detalles a tener en cuenta. Todo esto se logra a traves de ejercicios y juegos de improvisación diseñados para desarrollar estas destrezas.
La improvisación teatral no es hablar sin sentido y rellenar con parlamentos los espacios en blanco. Conlleva mucha observación en silencio, buen uso del cuerpo como instrumento creativo de imágenes, tener paciencia y perderle el miedo a quedarse en blanco. Es tener la capacidad de confiar en uno mismo y en sus compañeros de escena. Estas y todas las habilidades antes mencionadas se consiguen mediante el incansable entrenamiento utilizando los debidos ejercicios. Lo que se aprende en “la impro” sirve de herramienta en cualquier aspecto de la vida de todo ser humano, actor o no. Porque al fín y al cabo, en esta vida todos somos actores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario